Finamex: 47 años en el mundo de las inversiones

Comentan que la seguridad tarda mucho tiempo en ganarse, pero se puede perder en un instante. Sin duda, en el momento en que buscamos donde invertir nuestro partimonio esta oración encierra una enorme verdad, ya que lo más esencial al escoger una institución financiera es conseguir seguridad, honestidad y transparencia.

No es un misterio a voces que ha habido empresas financieras que colapsaron o terminaron siendo un fraude. Sin embargo, en frente de estas historias, existe otro lado de la moneda en donde podemos encontrar instituciones en las que la solidez, honestidad y seguridad son valores que las sustentan, tal es el caso de Casa de Bolsa Finamex.

La historia de esta Casa de Bolsa, 100% mexicana, viene de sobra de cuatro décadas atrás y su fortaleza dejó en claro que los embates financieros, tanto internos como externos, son vistos como un área de ocasión para robustecer su oferta de servicios. Esto ha sido una incesante desde su fundación en 1974.

En 1982, el entonces presidente, José López Portillo, a causa de la devaluación del peso, la alta inflación y la fuga de capitales, decidió nacionalizar la banca para salir de la crisis donde llevaba sumergido el país prácticamente un lustro. Los capitalistas, si bien experimentaron mucha incertidumbre, consiguieron situaciones ganadoras debido a que su dinero estaba diversificado. Ahí, Finamex jugó un gran papel, en tanto que aconsejó en todo momento de qué manera debían moverse las tácticas. Y, claro, utilizando el boom del oro negro, gracias a que prácticamente la basta producción de petróleo salvó a México de caer en picada.

La nueva bocanada de oxígeno regresó a los capitales privados cuando, prácticamente de forma inesperada, en 1990 se reprivatizó la Banca y poco a poco el Gobierno dejó de tener la voz cantante. De esta forma, el inversionista tenía más margen de maniobra para desplazar sus capitales y llevar a cabo medrar su patrimonio. El resultado: empezó la democratización de las inversiones y de a poco la multitud entendió que la mejor opción para proteger ese patrimonio “de siempre”, era confiarlo a los especialistas.

Las lecciones durante la historia fueron duras, pero para muchos acertadas: en un banco despositas tus ahorros. Una Casa de Bolsa es una salvaguarda de tu patrimonio. Asi de fácil, Finamex siempre y en todo momento ha demostrado que las crisis no tumban patrimonios, siempre y cuando estos tengan un blindaje adecuado.

El entorno ha cambiado. Está mucho más globalizado y de a poco las áreas de ocasión se ha ampliado y los desafíos creciendo. En este momento, se procuran ocasiones cerca del planeta, más opciones y mejores estrategias a fin de que el inversionista de Finamex lleve a cabo medrar su dinero. Por ello, para Finamex los asesores no son simplemente «ejecutivos de venta», sino más bien verdaderos estrategas que acompañan en todo instante al inversionista.

Ahora en esta nueva era digital Finamex sigue a la vanguardia creando mejores productos y más accesibles para que todos puedan ser inversionistas, con la confianza de años de experiencia de una institución que convierte las debilidades en los mercados, en oportunidades y desempeños para sus capitalistas.

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